viernes, 20 de julio de 2012

Rose Timber y Pierre Montenegro







Las cinco horas con Rose se volvieron interminables para Maud. Nunca antes había puesto tacones y mucho menos unos tan altos. Al principio no los soportaba y caminaba con ellos como un pato mareado. Sin embargo, como Rose no la dejo descansar hasta que supo andar con los tacones de forma aceptable, termino por adaptarse a ellos. Después de los tacones tuvo que aprender una increíble variedad de sonrisas y su utilización en los distintos momentos de una conversación. Por último, cuando Maud creía que ya no podría aguantar ni un minuto más aprendiendo esta sarta de tonterías sobre la educación, Rose le enseño a mantener una postura correcta en todo momento. Maud suspiraba estresada y deseaba estar de vuelta en su distrito, talar árboles era una tarea mucho más agradable y liviana que este infierno. Para alivio de Maud cuando terminaron de ensayar la postura ya habían pasado las cinco horas y podía irse en busca de Pierre. 

Los encontró charlando animadamente en el comedor. Parecían haber terminado hacia ya rato. Maud se pregunto qué haría en el tiempo que tenia para estar con Pierre. Esperaba que no fuera nada parecido a lo que había hecho con Rose. Pierre se despidió apresuradamente de Aitor y se alejo con Maud hacia otra habitación. Se sentaron uno frente a otro en unos sillones que rodeaban una pequeña mesita de cristal.

 - Bueno, ya te dije como quería que actuaras delante de las cámaras. ¿Tienes alguna idea de lo que vas a decir en la entrevista?- dice Pierre mientras escruta el rostro de Maud.

-No lo sé. No soy muy buena improvisando y no se me ocurre nada que pueda impresionar al público. – responde Maud deprimida de pronto. Para ganar los juegos necesita patrocinadores y para conseguir patrocinadores no vale un simple traje, tiene que ser ella la que impresione a la gente o la conmueva.

-¿y qué tal tu incidente con los profesionales? Me parece haber oído algo de que pusiste en su sitio a su líder.- dice Pierre sonriendo, y luego pensándoselo mejor añade- aun que mencionarlo en las entrevistas puede traerte todavía más enemistad con él. Quizás no sea una buena idea.

Maud se había quedado con la boca abierta mientras oía hablar a Pierre.

-¿Cómo…como te has enterado?- tartamudea Maud todavía asombrada.

- Yo lo sé todo, señorita Williams, o es que creías que mi atractivo natural solo estaba ahí para adornar.- responde Pierre con una sonrisa tan maravillosa que deja a Maud deslumbrada durante unos segundos.

-No le tengo miedo a Crassus- dice Maud con energía renovada. Luego, añade, volviendo a deprimirse-pero no tengo ni idea de cómo introducir el tema de forma sutil en la entrevista.

-No te preocupes. ¿Para qué crees que estoy yo, si no para decirte como debes impresionar al público?- y su sonrisa, antes seductora e impresionante, se vuelve tierna, calentita y cercana. Tan cercana que es capaz de calmar a Maud dejándola en un estado de relajación irreal. No es de extrañar que se entere de todo lo que pasa teniendo armas tan poderosas como esta.

Discuten durante un rato sobre los pormenores de la entrevista y luego hablan de cosas superfluas mientras esperan a que Aitor y Rose terminen.

Cuando Aitor sale del cuarto con Rose parece estar de un humor de perros, mientras que Maud irradia buen humor. Al final había sido una suerte dedicar las cinco primeras horas con Rose y no estás ultimas.

Todos se sentaron en la mesa y comieron algo antes de que el equipo de preparaciones de cada tributo viniera a reclamarlos.

Maud pasó de nuevo a la sala de preparaciones y dejo vagar su mente mientras su equipo le arreglaba la piel y las uñas, y la bañaba en estaños jabones aromáticos. Cuando terminaron de prepararla Elrond apareció para mostrarle el vestido que iba llevar a la entrevista.

-He hablado con Pierre y he diseñado un traje de acuerdo con la imagen que quieres dar en la entrevista- dice alegremente Elrond mientras le saca la funda al traje y se lo acerca a Maud.

Maud lo observa impresionada. El traje era de un hermoso color verde bosque y la tela realmente suave al tacto. Elrond se lo muestra a Maud por partes. Un traje de baño completo de color verde oscuro, unas medias verdes adornadas con vides, unos largos guantes verdes, unos zapatos a conjunto y una capa verde por encima. Cuando Elrond termina de vestirla Maud se mira al espejo y suelta un grito. No se había dado cuenta antes pero su equipo de preparación  había recogido su hermoso pelo en dos grandes moños con forma de cuernos y  la habían decorado con tatuajes por encima de las cejas.

“Parezco una especie de heroína” – pensó Maud nada mas verse en el espejo.





1 comentario:

  1. Siento no haberlo acabado, lo deje un tiempo y luego ya no volvi. Ahora quería acabarlo porque creo que no esta bien dejarlo a medias, sin que a quien le guste y llegue hasta aquí no sepa el final. Como no doi entrado porque ya no me acuerdo del nombre de la cuenta voy a acabar de escribirlo, lo subiré en otro lado; ya pensare donde, y enlazare el link aquí. Un saludo y gracias a todos por leerlo y disfrutarlo.

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