Las cinco horas con Rose se volvieron interminables para
Maud. Nunca antes había puesto tacones y mucho menos unos tan altos. Al
principio no los soportaba y caminaba con ellos como un pato mareado. Sin
embargo, como Rose no la dejo descansar hasta que supo andar con los tacones de
forma aceptable, termino por adaptarse a ellos. Después de los tacones tuvo que
aprender una increíble variedad de sonrisas y su utilización en los distintos
momentos de una conversación. Por último, cuando Maud creía que ya no podría
aguantar ni un minuto más aprendiendo esta sarta de tonterías sobre la educación,
Rose le enseño a mantener una postura correcta en todo momento. Maud suspiraba
estresada y deseaba estar de vuelta en su distrito, talar árboles era una tarea
mucho más agradable y liviana que este infierno. Para alivio de Maud cuando
terminaron de ensayar la postura ya habían pasado las cinco horas y podía irse
en busca de Pierre.
Los encontró charlando animadamente en el comedor. Parecían
haber terminado hacia ya rato. Maud se pregunto qué haría en el tiempo que
tenia para estar con Pierre. Esperaba que no fuera nada parecido a lo que había
hecho con Rose. Pierre se despidió apresuradamente de Aitor y se alejo con Maud
hacia otra habitación. Se sentaron uno frente a otro en unos sillones que
rodeaban una pequeña mesita de cristal.
- Bueno, ya te dije
como quería que actuaras delante de las cámaras. ¿Tienes alguna idea de lo que
vas a decir en la entrevista?- dice Pierre mientras escruta el rostro de Maud.
-No lo sé. No soy muy buena improvisando y no se me ocurre
nada que pueda impresionar al público. – responde Maud deprimida de pronto.
Para ganar los juegos necesita patrocinadores y para conseguir patrocinadores
no vale un simple traje, tiene que ser ella la que impresione a la gente o la
conmueva.
-¿y qué tal tu incidente con los profesionales? Me parece
haber oído algo de que pusiste en su sitio a su líder.- dice Pierre sonriendo,
y luego pensándoselo mejor añade- aun que mencionarlo en las entrevistas puede
traerte todavía más enemistad con él. Quizás no sea una buena idea.
Maud se había quedado con la boca abierta mientras oía
hablar a Pierre.
-¿Cómo…como te has enterado?- tartamudea Maud todavía
asombrada.
- Yo lo sé todo, señorita Williams, o es que creías que mi
atractivo natural solo estaba ahí para adornar.- responde Pierre con una
sonrisa tan maravillosa que deja a Maud deslumbrada durante unos segundos.
-No le tengo miedo a Crassus- dice Maud con energía
renovada. Luego, añade, volviendo a deprimirse-pero no tengo ni idea de cómo
introducir el tema de forma sutil en la entrevista.
-No te preocupes. ¿Para qué crees que estoy yo, si no para
decirte como debes impresionar al público?- y su sonrisa, antes seductora e
impresionante, se vuelve tierna, calentita y cercana. Tan cercana que es capaz
de calmar a Maud dejándola en un estado de relajación irreal. No es de extrañar
que se entere de todo lo que pasa teniendo armas tan poderosas como esta.
Discuten durante un rato sobre los pormenores de la
entrevista y luego hablan de cosas superfluas mientras esperan a que Aitor y
Rose terminen.
Cuando Aitor sale del cuarto con Rose parece estar de un
humor de perros, mientras que Maud irradia buen humor. Al final había sido una
suerte dedicar las cinco primeras horas con Rose y no estás ultimas.
Todos se sentaron en la mesa y comieron algo antes de que el
equipo de preparaciones de cada tributo viniera a reclamarlos.
Maud pasó de nuevo a la sala de preparaciones y dejo vagar
su mente mientras su equipo le arreglaba la piel y las uñas, y la bañaba en
estaños jabones aromáticos. Cuando terminaron de prepararla Elrond apareció
para mostrarle el vestido que iba llevar a la entrevista.
-He hablado con Pierre y he diseñado un traje de acuerdo con
la imagen que quieres dar en la entrevista- dice alegremente Elrond mientras le
saca la funda al traje y se lo acerca a Maud.
Maud lo observa impresionada. El traje era de un hermoso
color verde bosque y la tela realmente suave al tacto. Elrond se lo muestra a
Maud por partes. Un traje de baño completo de color verde oscuro, unas medias
verdes adornadas con vides, unos largos guantes verdes, unos zapatos a conjunto
y una capa verde por encima. Cuando Elrond termina de vestirla Maud se mira al
espejo y suelta un grito. No se había dado cuenta antes pero su equipo de preparación
había recogido su hermoso pelo en dos
grandes moños con forma de cuernos y la
habían decorado con tatuajes por encima de las cejas.
“Parezco una especie de heroína” – pensó Maud nada mas verse
en el espejo.
Siento no haberlo acabado, lo deje un tiempo y luego ya no volvi. Ahora quería acabarlo porque creo que no esta bien dejarlo a medias, sin que a quien le guste y llegue hasta aquí no sepa el final. Como no doi entrado porque ya no me acuerdo del nombre de la cuenta voy a acabar de escribirlo, lo subiré en otro lado; ya pensare donde, y enlazare el link aquí. Un saludo y gracias a todos por leerlo y disfrutarlo.
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