sábado, 9 de junio de 2012

Elrond y Katrina







En cuanto el tren se para vienen unos agentes de la paz para llevar a los nuevos tributos al centro de renovación. Es el momento de que conozcan a sus respectivos estilistas y se pongan guapos para el desfile de esta noche. Cada tributo entre en una sala distinta. La habitación es amplia y sus paredes están rodeadas de espejos. Maud observa impresionada la habitación, pero cuando ve acercarse a los individuos que forman su equipo de preparación pierde todo el interés en ella. Si no fuera porque sabe que son los encargados de prepararla antes de que la vea su estilista pensaría que son alguna especie de mutantes. El primero en presentarse es Grimli y tiene la piel recubierta de escamas verdes y viscosas, los ojos saltones y sus manos tienen membranas entre los dedos que recuerdan a los pies de un pato. Después se presenta Dorothy que parece una extraña mezcla entre un humano y algún tipo de felino de gran tamaño. Sus ojos son como los de un gato y tiene el cuerpo recubierto de un pelaje amarillo con motas negras. Además tiene la nariz de un felino, dos grandes orejas en lo alto de la cabeza y unos bigotes que le salen de los mofletes. Claro que eso no es nada si tenemos en cuenta el largo rabo que le sale de algún punto en el trasero. Por último se presenta Spike que casi parece normal en comparación con los otros dos. Tiene la piel de color verde y el pelo adornado con enredaderas. Parece haber venido del interior de algún bosque misterioso.
-¡Hola!- dice Dorothy dando saltitos de alegría al verla- Estábamos desesperados porque llegaras. No hay nada que nos haga disfrutar  tanto como arreglar a los tributos que nos llegan.
Maud contiene un gesto de desagrado. No soporta a la gente del Capitolio, pero no puede permitirse desagradar a su equipo. Al fin y al cabo de ellos depende gran parte de su éxito.
- Oh, yo también estoy deseando que os pongáis a arreglarme. Seguro que en cuanto terminéis pareceré otra.- dice Maud mostrando su mejor sonrisa.
-¡Estupendo! Por fin nos toca una chica agradecida - dice Grimli animado y después de observarla durante unos segundos añade - Sera mejor que empecemos. Hay mucho que arreglar. Esto es un desastre.
Enseguida se ponen manos a la obra y las horas pasan lentamente. Maud suspira varias veces estresada mientras la lavan, la meten en mejunjes, la peinan, la depilan y le pulen la piel.  Maud ya empezaba a pensar  que pasaría en el centro el resto de su vida cuando Spike anuncia emocionado que ya han acabado.
- Ha sido agotador, pero ha merecido la pena. ¡Estas realmente estupenda!- dice mientras la obliga a dar una vuelta alrededor.
-Bueno, creo que ya podemos llamar a Elrond- añade Dorothy, luego tras ver la cara confundida de Maud añade- Es tu estilista. Es muy bueno, incluso mejor que Katrina; la estilista de tu compañero de distrito.
Tras decir eso se van. Al poco entra en la sala un Hombre alto, de cabello rubio claro y sin ningún tipo de maquillaje adornando sus rasgos. Lo único que lo identifica como un habitante del Capitolio son sus elegantes ropas y dos rasgos levemente alterados quirúrgicamente; unas orejas puntiagudas y unos colmillos afilados que ocupan el lugar en el que deberían estar sus caninos.
-Soy Elrond, tu estilista- dice mientras le da la mano, luego la observa detenidamente y añade sonriendo- Bueno, supongo que tendrás hambre después de todas esas horribles horas de preparación.
Maud le observa con precaución. La gente del Capitolio no suele agradarle, pero su estilista parece majo y además es el primer individuo del Capitolio que parece una persona más o menos normal. Sonríe y dice alegremente:
-¡Al fin alguien que me comprende en este sitio!
Elrond sonríe mientras le ofrece un brazo al que Maud no duda en agarrarse. Luego, él la conduce a otra sala en la que hay una enorme ventana. Se sientan uno enfrente del otro y Maud comienza a comer con ansia.
-Me alegro de ser de tu agrado- sonríe de nuevo y luego observa como come Maud mientras añade- Bueno, cuando termines hablaremos de tu traje para el desfile.
Luego se recuesta en  el sofá y observa con una leve sonrisa en los labios a Maud mientras esta se acaba su plato.
-Veo que tienes hambre, así que puedes quedarte con el mío.- dice el estilista mientras le ofrece su plato a Maud. Esta lo coge y se lo acaba en apenas unos minutos.

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