viernes, 8 de junio de 2012

Un chico seductor y una chica dura








Ponen el himno de Panem y se termina la retrasmisión. Rose comenta lo atractivo que es el chico del distrito 12 y lo difícil que lo tendrá para ganar la chica del 10. Aitor conversa con ella sobre las demás cosechas. Sin embargo, Maud frunce el ceño, molesta por los estúpidos comentarios. Todo lo que están diciendo se ve a la legua, además Rose habla de ganar o perder como si fuera un juego, como si nadie se jugase la vida, y eso Maud no puede tomárselo a bien. Después de un rato en el que Aitor y Rose se dedican a intercambiar comentarios intranscendentes, Pierre se levanta y antes de salir de la sala dice:
-Sera mejor que os acostéis. Mañana os quiero aquí a primera hora para ver que sabéis hacer y buscaros un enfoque con el que presentaros a la gente del capitolio.
Maud decide que lo mejor es acostarse también, así que se despide apresuradamente y se va a su habitación. Antes de acostarse busca un papel y un lápiz y apunta rápidamente los detalles más destacables de cada tributo, lo repasa, lo dobla y lo deja en la mesilla junto al lápiz. Luego se quita la ropa y se mete en la cama. No tarda en dormirse, a pesar de que su cabeza no para de repasar todos los detalles del día.
Por la mañana el compartimento se ilumina haciendo que Maud se levante maldiciendo por lo bajo. Se da una ducha rápida disfrutando de los placeres del agua caliente, luego coge unos pantalones verdes y una camiseta del mismo color y se los pone con rapidez mientras observa el paisaje que se ve por la ventana. Ya se ve a lo lejos la famosa capital, ya se pueden apreciar perfectamente las diferentes luces de colores que la adornan y los enormes edificios que la forman. El tren no tardara en llegar allí. Cuando termina de vestirse se guarda en el bolsillo el papel donde apunto lo más destacable de cada tributo y el collar de piñones, finalmente baja a desayunar y se encuentra con que Pierre ya está en la sala. Se sienta y espera a que el diga algo. En ese momento llega Aitor y Pierre aparta su plato a un lado y dice:
- Bueno, antes de que desayunéis decidme. ¿Que sabéis hacer?
- Yo soy buena con el hacha. También se hacer trampas, pero solo de las más básicas.- responde Maud despreocupadamente mientras pasea la mirada por los manjares de la mesa.
-¿y tú, Aitor?- pregunta Pierre prestándole atención esta vez a Aitor.
-Yo… bueno, se usar el hacha, pero no como ella. Ella la sabe usar como arma, arma de verdad. – responde Aitor con admiración.
-Oh, por favor- dice Maud poniendo los ojos en blanco y añade con voz cansada- Es un buen leñador, así que el hacha no supone una dificultad para él. Además puede cargar los troncos más grandes y sabe usar el cuchillo.
-Bien, pues tu Maud quiero que perfecciones tu habilidad con las trampas. A ti Aitor, tampoco te vendrá mal aprender. Son muy útiles para la comida. También quiero que atendáis a las explicaciones de que se puede comer y que no allí en la arena.- dice mirándolos alternativamente y por último añade- por último quiero que entrenéis con otras armas que no sepáis usar. Ya tendréis tiempo de practicar con vuestras favoritas cuando estéis solos conmigo.
Los dos asienten con energía y durante unos segundos se quedan todos en silencio. Luego, Pierre añade:
-Levántate Maud, voy a ver que les puedes ofrecer a esta gente.
Maud se levanta obedientemente y soporta con indiferencia el análisis de Pierre, que la sujeta por la barbilla y la observa con cara de concentración. Para finalizar le pide que dé una vuelta alrededor de ella misma. Luego, todos se quedan en silencio esperando haber que dice Pierre.
-Bien, creo que puedes hacer de chica dura. Se te da bien- luego se gira hacia Aitor y añade- Levántate, o crees que tengo todo el día.
Maud observa sentada como Pierre repite la misma operación con Aitor y luego, cuando Aitor se sienta por fin, esperan a que el diga algo.
-Bueno, eres un chico bastante guapo. ¿Crees que podrías hacer el papel de seductor? A las masas del Capitolio les encanta. – Pregunta Pierre mientras intenta analizar a Aitor.
Sin duda el comentario hace que una sonrisa pícara asome a sus labios, y Pierre complacido añade:
-Eso es lo que queremos. Así me gusta, chaval.- Luego hace un extraño gesto que a Maud le recuerda al de algunos tributos cuando matan a sus contrincantes y añade – Bueno chicos, quiero veros en vuestros papeles siempre que haya una cámara delante. Es decir, en todos lados excepto en los entrenamientos.
Y dicho esto se levanta y coge un par de botellas de Ron.
-Bueno, creo que estamos llegando. Así que yo me voy a celebrar que se acabo mi trabajo por hoy.
Y se larga de la habitación. En ese momento el tren pasa por debajo de un puente y Aitor comenta mientras pone su mejor sonrisa.
-Bueno, y a ti que te parece. ¿Soy un chico seductor?
Maud intenta mantenerse seria pero, a pesar de los esfuerzos, no puede evitar que se le escape una carcajada.
-Vamos, Aitor. No me hagas reír. Tengo que mantener mi pose de chica dura- dice poniéndose totalmente seria.
Enseguida los dos se echan a reír descontroladamente, apartándose de la realidad de que van a ser enemigos en un campo de batalla en el tendrán que matar o morir. Su risa solo se ve cortada cuando el tren sale del túnel y el Capitolio asoma ante ellos. La hermosa ciudad, plagada de colores, edificios asombrosos y gente vestida como si fuera a una fiesta de disfraces, les recuerda que no están allí para disfrutar, si no para morir en la arena.


2 comentarios:

  1. Olaa
    Esta muy biien el capítuloo y no sé como todavía note ha comentado nadie
    Que sepas quee scribess muy bien y que espero que tengas prontoo el siguiente!

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    1. Hola! bueno estamos en un mal momento; la mayoria esta en examentes. Ademas siempre es dificil arrancar. Me encanta tu comentario, eres un encanto.

      No te preocupes, normalmente subo uno por día pero hoy tube una comunión y no tube tiempo. Lo subire mañana y me pasare por tu bloq.He visto que escribes y aun que hoy no tengo tiempo, mañana prometo leer tus capitulos y darte mi opinion.

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